Más de 20 años construyendo el compromiso medioambiental de la profesión farmacéutica

Desde la profesión farmacéutica, en todas nuestras modalidades de ejercicio, llevamos más de 20 años trabajando en la construcción y consolidación de dicho compromiso. El ejemplo más claro es, sin lugar a duda, el sistema SIGRE, encargado de garantizar la correcta gestión medioambiental de los envases y restos de medicamentos que se generan en los hogares.

17-05-2023

La UNESCO eligió el 17 de mayo como fecha para celebrar el Día Mundial del Reciclaje. Una jornada que tiene como objetivo concienciar a la población sobre la importancia de tratar los residuos adecuadamente en aras de proteger, en todo lo que podamos, el medioambiente y la biodiversidad de entornos y especies.

Una práctica que se resume en la regla de las tres erres: reducir, procurando que los productos que adquirimos tengan el mínimo envasado posible; reutilizar, dando una nueva vida a las cosas que ya no sirven; y reciclar, separando los residuos y tirándolos en los contenedores correspondientes.

Actuaciones responsables y necesarias que, en el caso del medicamento, adquieren una nueva dimensión, ya que su mala gestión está directamente asociada con la contaminación de ríos, acuíferos y océanos, y los consiguientes efectos dañinos en la flora y la fauna de todos los ecosistemas.  Evitar que esto se produzca requiere de un total compromiso, no solo de los agentes que componen la cadena del medicamento, sino también de la sociedad en su conjunto.  

Conscientes de ello, desde la profesión farmacéutica, en todas nuestras modalidades de ejercicio, llevamos más de 20 años trabajando en la construcción y consolidación de dicho compromiso. El ejemplo más claro es, sin lugar a duda, el sistema SIGRE, encargado de garantizar la correcta gestión medioambiental de los envases y restos de medicamentos que se generan en los hogares.

Un sistema que es resultado de la acción colaborativa de la industria y distribución farmacéutica, las farmacias, la Organización Farmacéutica Colegial y los propios ciudadanos. Es, también, uno de los mayores exponentes del cumplimiento de la profesión respecto a la Agenda 2030 y, concretamente, de los ODS 11, ciudades y comunidades Sostenibles, 12, producción y consumo responsables, y 13, acción por el clima.

Gracias a su funcionamiento, se ha logrado que el hábito de reciclar los residuos domésticos de medicamentos esté plenamente integrado en el 90% de los hogares españoles, lo que se traduce en importantes cifras en concepto de ahorros. Entre otros, desde su nacimiento en 2001, se han preservado 180.000 árboles, 376 millones de kWh, 340 millones de litros de agua y 60 millones de litros de petróleo. Cantidades cuya dimensión nos muestra que vamos en el buen camino.

También gracias a SIGRE se ha avanzado enormemente en la promoción del ecodiseño de los envases. Éste, en colaboración con la industria farmacéutica, ha culminado con éxito 7 planes Empresariales de Prevención de Envases, con más de 3.000 iniciativas que han permitido reducir el peso de éstos en más de un 25% y facilitar el reciclado del 60% de los materiales, también mucho menos contaminantes.

Acciones que nos permiten avanzar hacia la creación de una economía circular de la profesión farmacéutica, fomentada con el desarrollo de sistemas de logística cada vez más eficaces y eficientes, tanto en la distribución de los medicamentos como en la posterior gestión responsable de los residuos.

Un proceso en el que las Farmacias Comunitarias y la Organización Farmacéutica Colegial ocupan también una posición esencial. Las primeras, como eslabones fundamentales del sistema SIGRE, necesarias en la recogida de los residuos, y la segunda, como catalizadora de la concienciación y sensibilización profesional y ciudadana.

Relacionado con este último punto, y también movido por el compromiso de actuar ante el desafío que supone la sostenibilidad medioambiental, en el Consejo General hemos dedicado uno de los programas marco de la Estrategia Social de la Profesión Farmacéutica a este respecto.

Bajo el título “Medicamento y transición ecológica” potenciamos el desarrollo de proyectos concretos que tengan como objetivo la reducción de consumos y emisiones, el uso eficiente de la energía, el ahorro de agua, la optimización de recursos y el uso responsable de bienes y servicios.

Un programa que busca, en definitiva, movilizar a todos los farmacéuticos, como agentes de transformación social y medioambiental, hacia un objetivo: salvaguardar la salud del planeta, al igual que salvaguardan, cada día en el ejercicio de su actividad, la salud de las personas. Porque de todos depende que el mundo en el que vivimos siga siendo el lugar que es ahora, en el que no se deje a nadie, ni a nada, atrás.

Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Reciclaje.